Archive for marzo, 2009

La Ley de Transparencia (ya sabemos quién está en los detalles)

martes 31 de marzo, 2009

A todos aquéllos que por su trabajo tienen que tratar de descifrar el funcionamiento del estado, ya sea para una investigación periodística o por simple curiosidad ciudadana, no les sorprende que el proceso sea largo, doloroso, y frecuentemente sin luz al final del túnel.

Información esencial sobre el funcionamiento del aparato estatal, desde cuanto gana tal o cuál, como se tomo tal resolución, quién asignó ese subsidio, etc, no solo es importante para asegurar el legítimo acceso de la información, sino que es un mecanismo eficiente para mantener al estado libre de corrupción.

Y así fue que Chile, finalmente, aprobó el año pasado una Ley de Transparencia, que sin ser perfecta, significa una revolución en la capacidad del ciudadano de informarse, requiriendo de los funcionarios estatales que reunan información solicitada por cualquier persona, la entregen en plazos razonables, y se sometan a un sistema de sanciones si se niegan o demoran arbitrariamente a entregarla.

Hasta acá, la historia esta muy bien, y hay que celebrarla. Pero como nos informa hoy CIPER Chile, el reglamento que acompaña a la ley deja mucho que desear. Generado por la Secretaría General de la Presidencia, el documento – que es lo que los funcionarios públicos utilizarán en la práctica para aplicar la ley – esta lleno de restricciones y de mecanismos para que los funcionarios del Estado escapen a su responsabilidad de acuerdo a la ley. Acá, una muestra:

“En ningún caso, la solicitud de acceso (a información pública) implicará la obligación por parte del órgano requerido de elaborar, producir, procesar o consolidar información”

Que en castellano simple significa que si es pega reunir la información requerida, se puede negar la solicitud.

La batalla, sin embargo, no está perdida. Todavía quedan 20 días para que entre en vigencia la ley y las múltiples observaciones que se han hecho a este impresentable reglamento por organizaciones pro-transparencia a la Contraloría y al ministerio mismo han hecho que este último se viera obligado a re-escribirlo.

Queda esperar que el ministro Viera-Gallo se tome en serio el espíritu de la ley y produzca un reglamento acorde. Como dicen por ahí, la luz del sol es el mejor desinfectante.

Ay, Google…

viernes 27 de marzo, 2009

¿Por qué eres tan cruel?….

matthei

(Información original acá, y un poco de desparráme)

Terapia Chilensis y los Blogs

jueves 12 de marzo, 2009

Gracias al artículo en las Curvas y el addendum de Miguel, tuve el dudoso placer de escuchar a Eugenio Tironi discutir con Fernando Villegas y Hector Soto en Terapia Chilensis. Fue un programa realmente mágico. Como un viaje en el tiempo, al 2003, cuando todavía la mayoría de la gente no tenía ni la más pajara idea de lo que es un blog.

Ya Montserrat documentó el clasismo, el sociologismo fácil y la suprema ignorancia ((«¡Hay cientos de blogs!», dice Villegas con autoridad)) que exhibieron estos famosos de los medios criollos. Y como dice Miguel, al centro de esta discusión esta la sorpresa de ciertos personajes públicos sienten cuando descubren que a alguna gente (ex-inquilinos de fundo, como dicen los comentaristas) simplemente no le gusta lo que escriben.

Por otro lado, es entendible que estos muchachos hayan terminado en una diatriba de media hora sobre los horrores de la Internet moderna. Los panelistas – todos de la misma opinión – fueron cayendo en interpretaciones cada vez más torpes,  con Villegas, fuera de control, comparando a los comentaristas de El Mercurio de Nazis en formación y prediciendo el descalabro social que se viene. Ridículo, pero entendible: después de escuchar el programa, queda claro que estos ilustres personajes son demasiado flojos para hacer el mínimo esfuerzo para prepararse para su programa, y se quedan con lo que saben: la sección de comentarios de El Mercurio y La Tercera. Y con la desfachatez que solo se la pueden dar ciertos comentaristas de la realidad nacional, los terapistas deciden extrapolar ese minúsculo conocimiento a toda la red.

Pero en algo tienen razón: ambos medios son una fábrica de trolls, como cualquier persona que  haya visitado esos ilustres medios sabe. Y así, Tironi y Cía. han descubierto lo que cualquier blog muy famoso o organización de noticias sabe: que si los comentarios no se moderan, los blogs sufren un proceso de trolleización ((Obviamente, blogs más pequeños pueden controlar trolls en pequeñas cantidades, y no se requiere mucha moderación.)) , en que poco a poco los elementos más fanáticos, más intolerantes, a los que les gusta discutir con los oídos tapados, empiezan a dominar la discusión y peor, a desplazar a la gente que tiene un interés auténtico en el diálogo. Eso es exactamente lo que ha pasado en EMOL y en La Tercera. Hay que tener paciencia y una sensibilidad a prueba de balas para comentar (que decir escribir un artículo) porque la banda de trolls que habita esos medios se aseguran que el tono sea de insultar al autor para abajo.

Enfrentado con la alternativa de la trolleización o el moderar comentarios, muchos medios han decidido lo obvio, que es usar el botón «borrar» para asegurarse que la conversación tenga un grado mínimo de civilidad. Uno de los blogs del New York Times, por ejemplo, explica a sus lectores las 10 razones más comunes para borrar comentarios, que incluyen:

  1. Le dijiste a alguien que era un idiota, un imbécil, un pelutodo, un tonto, o algo más que no es muy educado. Por favor, nada de ataques personales o insultos.
  2. Usaste vulgaridades. Nuestras reglas prohíben incluso vulgaridades suaves que son comunes en la televisión y en la red. … . Sabemos que la gente habla de esta forma todos los días, incluso en nuestras oficinas, pero ciertas palabras todavía ofenden y provocan rabia a mucha gente, o al menos hace que sea menos probable que volverán a visitarnos. Si no lo dirías en frente de tu madre, un cura o un niño de 5 años, píensalo dos veces antes de decirlo acá. Eso incluye malas palabras disfrazadas o veladas que combinan que contienen letras y símbolos. Ni siquiera lo pienses.
  3. Falta de coherencia o incapacidad de comentar sobre el tema en discusión. La gramática, la lógica, o el deletreo de las palabas estaba tan confundida que simplemente no pudimos entender  lo que estabas tratando de decir, o no tenía nada que ver con el artículo.
  4. Repetición: si mucha gente ya ha dicho algo, por favor no lo digas de nuevo. No re-publiques tu comentario en varios artículos. Y si has publicado en un artículo, dale una oportunidad a otros. Si estás teniendo una discusión extendida con algun otro lector, quizás tendremos que detenerlos si están ahuyentando a los demas.
  5. GRITASTE CON MAYÚSCULAS. OTROS LECTORES CONSIDERAN ESTO MOLESTO.
  6. Tu comentario fue muy largo. No tenemos un límite de palabras pero un ensayo largo y que sigue sin parar le toma mucho tiempo a los moderadores y es una prueba de paciencia para otros lectores.

Y no son solo los medios tradicionales los que tienen una política de comentarios. Boing Boing, quizás el blog más popular del mundo, tiene una política de comentarios llena de mecanismos para deshacerse de trolls. Vale la pena leerla.

Y he aquí, entonces,  el quid del asunto: no es el anonimato, ni el resentimiento de clases, ni la dictadura lo que explica el odio y resentimiento en los medios que ellos leen. El problema es que los medios mismos han creado una comunidad que atrae a esos elementos más intolerantes de la red. Es como si uno instalara un bar, dejara que todo el mundo tomara lo que quisiera, y después se quejara de que el país está lleno de borrachos.

Como primera cosa, entonces, valdría la pena que los terapistas vieran este videíto, para ahorrarles el trabajo de prepararse para su próximo programa sobre los blogs, y para que vean que no es tan terrible la cosa:

Y en segundo lugar, les recomendaría que en vez de angustiarse tanto por lo que significa para el estado del país tener un blog infestado de trolls, llamarán a Agustín Edwards y le pidan que hagan respetar de una vez por todas sus términos de uso.

Y para mis estimados lectores, que debo decir que prácticamente siempre se han caracterizado por dejar comentarios mostrando mucho respeto por el autor y otros lectores, les dejo esta seleccion con lo mejor de Terapia Chilensis (en inglés, lamentablemente):

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