AT&T quiere proteger «su» red… de sus clientes.
El L.A. Times tiene un artículo hoy explicando como AT&T, uno de los cuatro grandes proveedores de Internet en Estados Unidos, ha comenzado a trabajar con las disqueras y los estudios de cine para desarrollar tecnología anti-piratería que les permita detectar la transferencia de contenido protegido por derechos de autor. Es decir, la intención de AT&T es filtrar el tráfico de sus clientes, en beneficio de los guardianes de la cultura (ejem, ejem).
Y el subtitulo de la noticia lo dice todo: «[AT&T] se une a Hollywood para tratar de mantener copiado ilegalmente fuera de su red». Su red.
Es interesante que este discurso, que ya hemos escuchado en el contexto de la pelea por la neutralidad de la red, sigue apareciendo. Es la idea de que la red no es es es descentralizada y formada por los nodos que crean el contenido, sino que es de los proveedores, que son los que controlan el acceso. Y por eso es que ahora quieren que la gente pague por enviar correos electrónicos, o creen que deberían tener el derecho de vigilar las actividades de sus clientes.
Bueno, no es tan así. El problema, claro, es que los grandes proveedores de Internet tienen ganas de expandirse a otros negocios, o son parte de multinacionales aún más grandes, y tarde o temprano querrán ordeñar la vaca del contenido en línea, y así dejar de ser simplemente proveedores de «tubos» y pasar a proveer contenidos. Y en ese territorio, P2P y Bittorrent son enemigo número uno.
¿Le importará a los clientes de AT&T que su proveedor de Internet vigile el uso del ancho de banda que ha comprado? Ya veremos. Hasta ahora, jamás he visto alguna tecnología de monitoreo que no se pueda burlar con buena encriptación del tráfico. Y eso nos lleva al mismo lugar de siempre: se estigmatiza a una tecnología (el P2P y el BitTorrent) en vez de su uso ilegítimo, y empresas como AT&T se tendrán que enfrentar a la monumental tarea de poner bajo la lupa cada paquete transmitido para ver si es contenido protegido. Buena suerte.
Suena como que alguien tiene plata que malgastar.