¡son los formatos, maldita sea! (OpenOffice vs. Microsoft Office)
Christian tiene una excelente crónica de como un usuario que necesite que las cosas simplemente funcionen puede terminar abandonando OpenOffice, la alternativa más seria a Microsoft Office. Pero el francotirador llega a unas conclusiones extrañas…
El problema es bien común: Pepe guarda archivo en Microsoft Office. Pepe quiere abrir el documento en otro computador (digamos, en Linux) e intenta OpenOffice. Para documentos simples, no hay mucho problema. Si el documento esta lleno de secciones y diagramas, la historia puede terminar en drama.
Pero el problema de fondo aquí son los formatos, no las aplicaciones. No hace mucho tiempo uno podría haber dicho que «el mundo ya corre sobre Microsoft» si hubiéramos estado hablando sobre la red: Internet Explorer había derrotado (con prácticas ilegales) a Netscape, y por mucho tiempo el tener un ícono que dijera «Solo para IE» era común, y aún peor, completamente aceptable.
Pero Firefox cambio todo eso. Le dio suficiente pelea a IE para que la gente empezará a pensar seriamente en estándares y formatos comunes para uso en sitios web, en vez de dejar que Microsoft dictara las reglas y que el resto del mundo jugara al corre que te pillo. Y corre que te pillo es lo que esta jugando OpenOffice ahora, siempre tratando de investigar como funcionan los formatos de Office (para los cuáles no hay código), y siempre condenado a estar a un paso atrás de Microsoft. A menos que…
Y es aquí donde creo que Christian se equivoca. La cosa no es aliarse con Microsoft, porque como bien dice Christian, no está en su interés comercial dejar que otros puedan implementar sus formatos adecuadamente. La pelea está en impulsar el uso de formatos abiertos que no dependan de una empresa en particular, y mucho menos de una aplicación. OpenOffice y Microsoft Office deberían estar compitiendo como lo hacen Firefox y Explorer: por usabilidad, estética y extensibilidad, no por si uno puede abrir un formato propietario mejor que el otro.
Es por eso que la pelea no es que OpenOffice pueda abrir o guardar documentos en el formato propietario de Microsoft Office, sino que ambas aplicaciones puedan usar un estándar abierto, y ese estándar es el OpenDocument Format (ODF). Y esa pelea va bien, con varios estados de EEUU y gobiernos europeos demandando estándares abiertos. Ese es un buen augurio para que la historia que nos cuenta Christian se vuelva una leyenda, como cuando los viejos nos contamos las leyendas de sitios que eran «Solo para IE».