Para los que no están obsesionados con la votación que se viene el próximo 2 de Septiembre, tal vez se les pasó que Suecia anunció que respaldaría la aprobación de OOXML como un estándar ISO. Detalles del proceso que han sido publicados desde la reunión donde se definió la posición de los suecos han dejado evidencia las lamentables tácticas que está usando Microsoft para lograr su objetivo.

Un poco de historia: hasta hace un par de meses, la derrota de OOXML en el Instituto de Estándares de Suecia (SIS en inglés) parecía completamente asegurada. El voto iba a ser por consenso dentro del instituto, y el comité a cargo de la decisión estaba compuesto en su mayoría por agencias gubernamentales e instituciones de carácter técnico, y los cientos de objeciones técnicas al formato de Microsoft Office parecían insuperables.
Insuperables, es decir, hasta que súbitamente, el SIS fue inundado con nuevos miembros. A pesar de que el privilegio de convertirse en miembro y votar cuesta aproximadamente US$2500, 23 empresas se unieron al SIS justo antes de la votación final. Los recién llegados eran en su gran mayoría empresas «partners» de Microsoft en Suecia. ¿El resultado? El voto pasó de un muy probable «Rechazo a OOXML» a «OOXML es fantástico» con 25 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones.
Y la cosa se pone peor. Mucho peor. Groklaw ha publicado que antes de la votación final del SIS, Microsoft le envió un memorándum a varios de sus «partners» en Suecia (Microsoft ha admitido que es auténtico). Según el artículo, Microsoft les escribe que «espera» que el partner se una al SIS y «que vote «Sí» a la aprobación de OOXML». Y ni siquiera deben preocuparse de encontrar razones:
«[Las empresas partners] no necesitan discutir los contenidos de la especificación pero deberían estar preparados para ofrecer algunos argumentos de porque están votando «Sí» – estos argumentos se los proveerá Microsoft«
En el memo, Microsoft también aclara que aunque la empresa tendrá que correr con los gastos de incorporarse al SIS, el gasto no será en vano: Microsoft ofrece a las empresas que voten por aprobar OOXML «soporte de marketing» y «apoyo adicional» que no es especificado. A buen entendedor, pocas palabras.
En resumen, Microsoft ha logrado corromper el proceso de estandarización hasta el punto que unos meros 50.000 dólares son suficientes para comprar el voto de un país completo (Microsoft ha declarado que el memo fue un error. ejem). Si las tácticas del gigante de Redmond me habían parecido poco transparentes, pero dentro de lo que se podía esperar dado su poder e influencia, creo que lo que estamos viendo estos días va más allá de lo que aún los más pesimistas podrían haber predicho.
En los próximos días, voy a tratar de escribir un poco más de lo que está pasando en Chile, porque hay signos preocupantes de que el voto nacional también puede estar siendo influenciado indebidamente. ¿Tendremos otra lluvia de titulare con las palabras «Microsoft», «Chile», y «vende»? Estén atentos, que ya es cosa de días.