A través del blog de Rodrigo llegué a Zancada, un blog grupal de «cosas de minas». Como en la red las recomendaciones de gente respetable valen oro, me fui a visitar Zancada para ver qué es lo que escriben. Y me encontré con un blog bien hecho y con buenos artículos.
Todo bien. A suscribirse se ha dicho… hasta que llegué a Google Reader. En Zancada, como muchos otros blogs, solo ponen en su RSS parte de sus artículos, y te invitan a » [Seguir] leyendo el resto de la nota en nuestro sitio…». Si solo quisiera leer a Zancada y otros pocos blogs, esto no sería mucho problema. Pero con los más de 300 blogs a los que estoy suscrito y con la lista creciendo todos los días, el tener que visitar cada sitio es poco práctico, por decirlo menos.
Y me pasa con cada vez más frecuencia: cuando me encuentro con una sindicación incompleta, como la de Zancada, me tengo que preguntar si vale la pena visitarlos cada vez que quiero leer un artículo. Y he ahí el problema: no lo sé, porque no los he leído lo suficiente. El RSS incompleto, aunque tentador para el autor porque obliga a los lectores a visitar el sitio (que normalmente tiene la publicidad y otros contenidos), es también una barrera de entrada para el lector de muchos blogs como soy yo.
Cada vez estoy mas tentado a no suscribirme a blogs que tengan sindicación incompleta, a menos que la calidad del contenido haga que ese extra «click» valga la pena. La paradoja, por supuesto, es que es difícil decidir si la calidad lo amerita a menos que uno se suscriba y se de el trabajo de visitar el sitio por un tiempo.
Otra alternativa (la más tentadora) es leer los otros miles de blogs, y ver si Zancada recibe más recomendaciones en el futuro. Tal vez es uno de esos blogs que uno no se puede perder. Por ahora, a esperar a que pongan los artículos completos, y a leer los otros 300 blogs.